HISTORIA 
Tres hombres llamados José –Artigas, Batlle y Mujica–, tres Pepes marcan los pulsos de la historia uruguaya. Cada uno, a su modo y en su tiempo, encarna los sueños, las contradicciones y los ideales de un país que ha hecho de la justicia social, la democracia y la humildad sus emblemas.

En Los tres Pepes, Leo Borges propone un recorrido lúcido y provocador por las figuras que dieron forma –con pensamiento y acción– a la identidad nacional. Artigas, el caudillo que soñó otro país, que por las oleadas de la historia terminó siendo este, desde el barro de la revolución; Batlle y Ordóñez, el reformista que moldeó el Estado moderno y la justicia social; y Mujica, el hombre que, desde la lucha armada, después la cárcel, su chacra y el sillón presidencial, devolvió al mundo una imagen esencialmente humana del ser uruguayo.

Con un abordaje original y una escritura tan rigurosa como apasionada, Borges enlaza siglos de historia para mostrar que los tres Pepes no solo son hitos separados por el tiempo, sino reflejos de una misma corriente moral y política: la búsqueda persistente de libertad, equidad y dignidad.

Este libro invita a mirar al Uruguay desde su espejo más profundo, donde mito y realidad se confunden para dar sentido a lo que somos.

HISTORIA

Hay un hilo que corre desde las tramas en la clandestinidad durante la época colonial hasta la consolidación institucional del siglo XX. Es la influencia que la masonería ejerció al forjarse la identidad republicana, laica y democrática de Uruguay.

Salvo excepciones, la Orden masónica no actúa como institución en el mundo profano, pero sí imprime allí su huella y traspasa sus ideales a través de sus miembros, que en la historia uruguaya definitivamente han salpicado estratégicamente todos los órdenes del poder.

Artigas no fue masón, pero es sorprendente ver cómo se rodeó de integrantes de la hermandad, comulgó con sus ideas y puso en práctica con precisión los principios de una doctrina apuntalada en la libertad civil y religiosa, república, federación y poder a raya. Luego, la logia de los Caballeros Orientales urdió la Cruzada Libertadora y los papeles para institucionalizar la rebeldía. Y a principios del siglo XX fueron plumas masónicas las que sistematizaron un nuevo orden, el del Uruguay definitivamente laico que consagraron los constituyentes de 1918.

Así lo registra la historia y ello explica, entre otras cosas, por qué Yamandú Orsi encabezó los actos del bicentenario independentista flanqueado por cabezas de la masonería. Y por qué la Orden consolida hoy un boom de adherentes, con énfasis en el ingreso de mujeres y jóvenes.

HISTORIA 

Desde hace treinta años, Ignacio Álvarez desafía con su personal estilo los límites del periodismo. En este libro, por primera vez abre la puerta de su intimidad profesional y personal para contar sin filtros lo que vivió detrás de cámaras, micrófonos y titulares. Desde sus encuentros con Tabaré Vázquez, Mujica, Orsi y Lacalle Pou, hasta sus batallas mediáticas, las censuras, los juicios, tropiezos, éxitos y fracasos. Porque (no) todo se sabe es un viaje al corazón de uno de los periodistas uruguayos más reconocidos y polémicos.

Con el tono frontal que lo caracteriza, en un relato que oscila entre la crónica, el análisis y el diario íntimo, Álvarez narra cómo investigó abusos, denuncias, corrupciones y poderes; cómo enfrentó presiones de todo tipo; y cómo convive con el precio de decir lo que piensa. No hay aquí héroes ni mártires; tan solo un periodista que se expone con todas sus luces y sombras.

Entre la adrenalina de las cámaras ocultas y sus viajes a zonas de conflicto, las entrevistas que hicieron historia y los escándalos que marcaron época, este libro es también una reflexión en primera persona sobre la libertad de expresión, el poder de los medios, y los límites -a veces difusos- entre informar y exponerse.

El tono es directo, íntimo y desafiante, reflejo de su personalidad mediática. Entre anécdotas, polémicas y reflexiones, ofrece una radiografía del periodismo uruguayo, la política y los medios en las últimas tres décadas.